Cada sesión está pensada para capturar la dulzura y la esencia de los primeros días de tu bebé. Utilizamos luz suave, composiciones naturales y un ambiente relajado para que tanto el bebé como los padres se sientan tranquilos y disfrutéis del momento.

La seguridad y el bienestar del recién nacido son nuestra prioridad, por eso trabajamos con mimo y respeto en cada detalle.

Nos tomamos el tiempo necesario para adaptar cada sesión al ritmo del bebé: si necesita comer, dormir o ser calmado, todo se hará sin prisas. El objetivo es que esta experiencia sea tan bonita como el resultado final.

Trabajamos con elementos suaves, tonos neutros y atemporales para que las imágenes se centren en lo verdaderamente importante: vuestro bebé. También podemos incluir fotografías con los padres y hermanos, creando recuerdos llenos de conexión y emoción.

Estas sesiones se realizan idealmente entre los 5 y 15 primeros días de vida, cuando los recién nacidos todavía conservan esa postura natural y duermen más profundamente.

Estaremos encantados de ayudarte a conservar para siempre esta etapa tan mágica, con imágenes que os emocionen cada vez que las volváis a mirar.